domingo, 7 de diciembre de 2008

Capítulo 1 - Segunda Parte

Necesitaba urgente una pastilla para el dolor de cabeza. No sé si sea cierto o simplemente sea otra idea de mi desquiciada mente, pero definitivamente eso era lo de menos, necesitaba un medicamento en este preciso instante.

- Mamá, ya vengo, voy a la farmacia. No tardo – le dije cuando, luego de bajar las escaleras, la vi leyendo en el primer piso.

- ¿Micael no va a venir? Tal vez deberías esperarlo

Yo no sé si es normal que tu mamá adore a su yerno, pero al menos en este caso, este aprecio por parte de ambos resultaba tan palpable que incluso parecía de esas típicas películas perfectas y ridículas.

- Si vendrá, pero sé que cuando yo regrese él aún no estará acá.

- ¿Ha pasado algo? – me preguntó

- ¿Algo como qué? – respondí con otra interrogante, siempre lo hacía cuando no encontraba una buena respuesta

- Algo. – dijo – Algo como una pelea

- Que quiera comprarme una pastilla no implica necesariamente una discusión, mamá – contesté yéndome (para variar) por la tangente.

Tomé las llaves que estaban sobre el mueble de los libros y me fui. No hacía frío, pero algunas pequeñas gotas empezaban a caer del cielo. Avancé media cuadra como sintiéndome parte de una película; sólo que todos formaban parte del elenco, mientras yo era el público. Los que me rodeaban eran la viva imagen de un cuadro, y yo la única espectadora.

- No pienses tonterías – me dije a mí misma

Y como para distraerme, empecé a crear posibles hipótesis sobre por qué nuestras falsas (pero tan verosímiles) verdades son siempre a primera vista mentiras para nuestras madres. Siempre logran saberlo todo sin necesidad de indagar mucho en el tema.
Tuve dos opciones; o son brujas, o nosotras, las hijas, somos demasiado obvias. Y a decir verdad, eso de ser un libro abierto nunca me caracterizó, es mas, podría incluso decir que soy una persona muy cerrada, por lo que llegué a la conclusión de que quizás mi madre podría ser algo similar a una bruja. No encontraba otra opción.
Luego de un par de minutos, decidí descartar también esta opción cuando noté que realmente la loca aquí era yo.
Compré un par de pastillas cuando llegué a la botica y caminé nuevamente hacia mi casa. En el regreso no pensé en nada especial, pero cuando mi mente brillante me recordó que aún existían horas y minutos en mi vida, decidí ver qué hora era y… ¡Demonios! ¿4:40 pm? Odio que el reloj sea tan traicionero.

Llegue más que rápido, con los zapatos sucios por el barro, abrí la puerta como en cámara rápida, y ahí estaba. El chico de mis sueños, riendo con mi madre, y aunque en ella parecía escandaloso, en él resultaba encantador. Había sido tal mi apuro, que no había notado su carro estacionado en la puerta de mi casa.
Que patético y vergonzoso implicaba estar con este pantalón rojo y aquel polo verde antiquísimo que no hacían juego en ningún lugar del mundo, y de pronto sólo verlo ahí, vestido como en una sesión de fotos para la mejor revista de modas. El sonido de la puerta cerrándose hizo que me mirara, y con una sola sonrisa me curó ese insoportable dolor de cabeza que hasta hace 4 segundos (o tal vez menos) no me hubiera pasado con nada.
Ese muchacho era la solución a todo, y yo que odiaba ese tipo de cursilerías, no podría estar ni un poquito más enamorada de él.
Luego de pararse, dio unos pasos para acercarse a mí.

- Hola – le dije con una voz entrecortada sin saber por qué

- Amor, ¿cómo estás? – me respondió, sumando este a la lista de mis momentos favoritos.

- Bien – dije sacudiendo la cabeza cuando noté que llevaba analizándolo más de lo que podría llamarse tiempo necesario.

Reí y me dio un beso para luego conducirme hacia la puerta, mientras se despedía de mi mamá.

- ¿A dónde vamos? – pregunté perpleja

- Pues a la peluquería, ¿no prometí acaso llevarte?

- Sí, pero, ¿así como estoy? – dije con cierto retraimiento

- Hmmm Me temo que sí. No tenemos tiempo y además no veo cuál sea el problema – respondió sonriendo

- Pero si está clarísimo, sólo mira mi ropa – pronuncie con una voz extremadamente baja, como demostrando mi cortedad.

- Ja ja, ay amor. Ya eres demasiado linda para además pensar qué ropa te hará ver mejor. ¿Cuántas veces pretendes que te lo diga? Además ya saliste por la calle así, y sólo iremos a una peluquería.

- Todos te mirarán y se burlarán de mí cuando noten el gran contraste que hacemos

- Mi vida, a mi me encantas y para serte sincero, no me importa nada más.

Cuando miré alrededor, traté de recordar cómo demonios me encontraba ya dentro de su coche. Íbamos conversando, pero preferí no tocar el tema de la llamada de aquella tarde.
Llegamos más que rápido y pedí un peinado simple por lo que a las 6:30 pm ya habíamos vuelto a mi casa.
Subí corriendo las escaleras y observe mi vestido por última vez antes de ponérmelo. Simplemente me fascinaba.
La mezcla de ese color turquesa con esa abertura en la parte baja le daba cierto “no sé qué” que encajaba completamente con mi estilo. No me gusta usar mucho maquillaje, prefiero algo suave que no me haga tan artificial, por lo que eso de pintarme tampoco me demandó mucho tiempo.
Cuando por fin creí estar lista, decidí mirarme al espejo y a pesar de detestar ese tipo de vanidades, me gustó la manera en que se me veía.
Bajé lentamente, mas no estilo princesita de típica fiesta de quince años, sino porque esto de usar tacones no es lo mío.
Cuando Micael me vio, atinó a abrazarme y luego de darme un beso en la mejilla, dijo “Te amo”. Sin embargo; mas que para mí, pareció estar diciéndoselo a sí mismo.
Era un “te amo” que no me decía hace ya algunos días, un “te amo” que necesitaba escuchar, un “te amo” que me hizo sentir la mujer más dichosa del mundo, una vez más.

Pero bastó saber que la aparente alegría de su voz no llegó a sus ojos para entender lo que siempre supe y nunca quise aceptar: él ya no era el mismo del que me había enamorado.
Lo amaba más que a mi vida, sí, pero algo iba fuera de lugar. Y necesitaba saber qué era. Debía encontrar la pieza que faltaba en el rompecabezas.

Lo extrañaba incluso estando cerca.

4 comentarios:

andrea. dijo...

suele pasar..


me gusta :)

Anónimo dijo...

(Y)

YaniRa dijo...

muuuy bueno (:
de alguna manera me siento identificada y me encanta leerte.

Edo dijo...

algo pasa!! algo pasa!!! mujer date cuentaaa!!

Ptm!! jaja definitivamente no te conozco porque si no creería que hablas de ... jajaja

Yo siempre me gano a las viejas :B no es fácil pero me terminan amando :P

Y no me importa como mi enamorada se vista, siempre me parecera la mujer mas bella del mundo :)

algo pasará ...